Son muchos los vídeos, artículos y entradas que se han visto
hoy en día sobre este tema: la crisis lectora.
Todo artista puede pasar por su período de falta de
inspiración, falta de ideas, falta de motivación… Bien, pues el lector no es
inmune a estos efectos tampoco. Un lector puede pasar por estos mismos
problemas.
Por mucho que seas un lector rápido que haya leído mucho,
puedes sufrir un parón lector.
Actualmente estoy saliendo de uno y creo que hay ciertas
cosas que he hecho que me han ayudado a ello. Por tanto, os quiero animar y
aconsejar para que seáis capaces de salir de la crisis lectora.
En primer lugar he de decir que coincido en lo que se dice
en muchos medios, y es que el primer paso es el no sentirse culpable con ello.
Obligarse a leer es algo que, más que curar la crisis lectora, solo la agrava. Es
algo que vemos diariamente en los colegios e institutos: obligar a leer no es
una buena forma de disfrutar la lectura, ni de enganchar al lector a la
literatura. Por ello recomiendo ante todo que lo primero que debe hacerse es
recuperar esas ganas.
Ahora bien, ¿cómo recuperamos esas ganas? Aquí es donde mis
consejos pueden o no seros útiles. Todos ellos vienen dados por la experiencia
personal respecto a mis crisis lectoras. Por eso mismo debo decir que estos son
mis medios, los cuales pongo a tu disposición querido lector, pero no por ello
tienen que funcionarte. En esta receta no hay nada infalible.
Una de las formas en las que me gusta motivarme a leer es
hablar de libros que me encantan. Recordar los buenos sentimientos que estos me
trajeron siempre ayuda. Así que si estoy en una crisis recurre a algo que
siempre motiva a todo lector: una charla fangirl sobre algún libro o saga en
concreto. ¿Qué eso no funciona? No hay problema, en el canal de Ted hay unas
charlas, entre ellas destacar la de Sebas G. Mouret y la de Benito Taibo, que
siempre me motivan a seguir leyendo.
¿Qué esto tampoco funciona y no soportas más el horror que
sientes por no ser capaz de leer? Mi otro truco súper maravilloso de la vida
son los audiolibros. Me tumbo en mi cama y justo antes de leer cojo uno de esos
libros para colorear –que quitar el estrés no me lo quitan, pero mira,
entretenidos están –me pongo mis cascos y en internet hay audiolibros para
aburrirse. En youtube podéis encontrar millones, yo de normal suelo escucharlos
en inglés –porque, mira, practicar un poco no está de más -. Esto al final,
hace que anhele tener el libro físico en mis manos y ya es un aliciente para coger
un libro, aunque ya lo haya leído, y disfrutar de nuevo.
¡Ah! Y de este párrafo anterior podemos encontrar una pista
más. Si lo que te pasa es que tienes miedo a leer algún libro que no te vaya a
gustar nada de nada y que eso te alargue la crisis lectora, lo único que puedo
decirte es que hay un último recurso que te presento: leer de nuevo libros que
te encantan.
Recordar cómo lo disfrutaste, cómo te encantó sentirlo entre
tus manos, el olor del libro, los personajes, los momentos clave del libro…
todo eso son cosas que te pueden ayudar.
Desde luego, todo esto viene dado desde mi experiencia personal, por tanto mucho de
vosotros tendréis otros métodos, así que no dudéis en escribirlos en los
comentarios. ¡Os responderé! 😏